Animales en la ruta

Isabel Naranjo

 

 

1.

Lluvia, vapor y velocidad fue el título que el pintor británico William Turner concedió a un lienzo con el Gran Ferrocarril del Oeste pintado al óleo presuntamente en 1844. La percepción de la luz y sobre todo del tiempo jamás será la misma después de este momento. La invención del ferrocarril revelaba de manera dramática el advenimiento de una nueva época en la que la velocidad alcanzada por la técnica igualaba la fuerza de un huracán. Penachos de humo, lenguas de fuego y noventa y seis kilómetros por hora.

 

2.

El pasado 28 julio, Edgar Yanomami, miembro de la comunidad Homoxi, fue atropellado por una avioneta perteneciente a mineros que de manera ilegal ocupan el territorio indígena Yanomami en los estados brasileños de Roraima y Amazonas desde inicios de la década de 1980. La avidez por el oro ha intensificado su búsqueda en los últimos años acelerando el acaecimiento de conflictos armados, la degradación ambiental y la aniquilación de vidas indígenas. El ferrocarril es hijo de la mina.

 

3.

Si existe una idea realmente trascendental para la metafísica moderna heredada de la Revolución Industrial es la de energía. El take off de las últimas décadas del siglo XVIII se erigió sobre la innovación tecnológica que resulta de la transformación de la energía –y del calor— en trabajo. Esta conversión cualitativa operada a través del dominio del fuego es la piedra basal de la Termodinámica. Sustitución del Sol por la Tierra, de la vida por la máquina y de árboles y chamanes por calorías.

 

4.

La combustión de carbón en una caldera genera el calor que convertirá el agua en vapor. Ese vapor será nuevamente llevado a altas temperaturas para transformarse en la energía que empujará los pistones a través de la presión en un cilindro. La manivela hará que el movimiento de traslación del cilindro pase a ser un movimiento de rotación después del cual serán expulsados la combustión de gases y vapor expandido. El metal de la máquina es movido por el girón informe de vapor etérico. La frenética marcha de la locomotora es alimentada por la evanescente materia que compone a los espectros.

 

5.

En términos ecológicos, la inserción de los nuevos Estados americanos al sistema de mercado capitalista fue tan trascendental como la llegada de los europeos al continente. A finales del siglo XIX, grandes bosques fueron convertidos en áreas de producción para el mercado mundial. La economía organizada en torno a la exportación de productos agrícolas y ganaderos demandaba una enorme cantidad de madera para fabricar millones de durmientes sobre las cuales correría el ferrocarril llevando las mercancías a los puertos. Tres cuartas partes de bosques de Quebracho Colorado de la provincia argentina de Santiago del Estero duermen bajo las vías del tren.

 

6.

Desde hace menos de una década la preocupación por el alto número de animales atropellados en las carreteras ha llevado a pensar que ésta puede haberse convertido en una de las principales causas de la pérdida de diversidad de fauna a nivel mundial. Según datos relevados por la revista especializada en conservación y ciencias ambientales Mongabay, en España se reportan anualmente cerca de 30 millones de casos de animales atropellados, contando sólo los vertebrados. La tasa en Estados Unidos es de un millón de atropellamientos al día, es decir, 365 millones al año; mientras que Brasil reporta 475 millones de casos anualmente. Las cifras recabadas en Argentina no son menos alarmantes. Entre septiembre de 2012 y agosto de 2013, en un tramo de la Ruta Nacional 12, se registraron 500 animales arrollados por automóviles. Si extrapolamos ese número a todo el territorio nacional los datos son verdaderamente impresionantes. La velocidad inhibe la capacidad de reacción.

 

7.

La aceleración es la impronta del antropoceno industrial ¿Por qué vamos tan rápido y hacia dónde? La mecanización del mundo inaugurada por el capitalismo industrial ha acelerado de manera descontrolada el tiempo dejándolo fuera de eje ¿es posible revertir la flecha temporal? Los desafíos impuestos por el colapso ambiental y la posibilidad de sobrevivir al mismo demandan la redefinición radical de la posición que ostenta la especie humana en la tela de la vida. Los husos horarios de la dinámica hegemónica deben ser retorcidos para que giren en el sentido inverso.

 

8.

En la novela titulada Informe sobre ectoplasma animal, el escritor argentino Roque Larraquy especula sobre la posibilidad de registrar presencias etéricas de animales a través de ectografías. La persistencia espectral sólo puede ser capturada si estos animales fueron vistos en vida por los seres humanos confirmando así, que la vida antecede lo espectral. Los fantasmas, sin embargo, no están desprovistos de vida. Esta última se encuentra suspendida en su materia etérea como una virtualidad desactivada. El residuo matérico inscripto en éter que deja el animal al morir o espectro, mensurable por su claridad en watts, es el resultado de los hábitos y el dolor físico intenso que padecieron en vida. “Hábito y dolor –afirma Severo Solpe en su cuaderno personal—, son la púa del gramófono que graba en pasta la huella del sonido para su reproducción”.

 

9.

El pensamiento es un ejercicio parsimonioso. Las ideas y conceptos que han nutrido al actual régimen de comprensión del mundo deben ser distorsionados a través de la transformación de las maneras como hemos venido pensando. Si aceptamos el reciente convite de la autodenominada bruja estadounidense Starhawk, una metamorfosis de la consciencia será posible por medio de la voluntad y la magia podrá ser invocada como el arte de modificar el pensamiento mediante el deseo. La imaginación en su fase creadora será fundamental para revertir los daños provocados en el ambiente. Lentitud y repetición como epítome del pensamiento.

 

10.

El proyecto decimonónico del control técnico absoluto del planeta no ha creado hasta ahora ningún instrumento que permita medir el costo del progreso energético. El flujo constante de energía sólo ha sido posible a partir del consumo acelerado de reservas de toda índole. En palabras de la filósofa brasileña Juliana Fausto, “si desarrollo es el nombre del juego que resultó en el Antropoceno, entonces la masacre de poblaciones subhumanas y no humanas es su moneda corriente”. Con la misma “velocidad maligna” que quemamos combustibles fósiles, convertimos vidas vegetales y animales en piedra. Ante la desaparición precipitada y el entusiasmo macabro que ésta produce en algunos pocos no nos queda más que el asombro. La asombrosa fuerza espectral de especies que no llegamos a conocer y ya no serán más. El resarcimiento de poblaciones enteras de animales que a través de su ectoplasma, como imagina Roque Larraquy, no cesan de aparecer interrumpiendo el paso de entrada a una vivienda, en el horizonte de la pampa o en el campanario de una iglesia donde el año nuevo comienza con el sonido del cráneo roto de un mono albino. Los fantasmas aún tienen mucho por decir.

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